No sólo el Coronavirus campa a sus anchas. También insectos, ratones y ratas, además de otros seres vivos, han ganado terreno al ser humano.
Desde que comenzó el confinamiento se dejó un lugar natural, ocupado por las personas anteriormente -desde hace siglos-, deshabitado y no tardaron 'los bichos' el aprovechar la ocasión para su reconquista.
A estas alturas de Estado de Alarma somos muchos los que hemos visto imágenes por televisión en la que animales deambulaban por calles vacías. Animales más o menos simpáticos: de mejor o peor gusto para la vista en algunas imágenes televisivas, y en otras ocasiones alimañas menos agradables, insistimos, para el humano y sobre todo nada saludable; sí, efectivamente: ratas y demás roedores.
Y campar a sus anchas, si es que no es sinónimo directamente, es igual a plaga o, en este caso, plagas. O por lo menos facilita mucho que así lo sea, lo veamos o no por nosotros mismos. Nos remitimos a lo ya comentado, televisado, que la mayoría de imágenes fueron captadas por cámaras de seguridad... con nocturnidad y sin alevosía: más bien con toda 'naturalidad', una vez que estos animalitos, tan pocos recomendables para la convivencia, se beneficiaron de la veda a la presencia humana en calles, locales, colegios, oficinas y demás... o dicho de otro modo: la erradicación del trasiego del personal diario.
Y ahora habrá que erradicar al que ha invadido el hábitat de nuestra vida cotidiana hasta no hace mucho. El hábitat de los humanos: que ha sido usurpado por los ya referidos 'intrusos'... que nadie los molestó mientras hemos estado confinados.
No nos queda otra que volver a la normalidad, poco a poco, en cuanto a nuestros quehaceres diarios, pero con total celeridad para eliminar cualquier plaga. Además, estamos en fechas propicias para la aparición de todo tipo de bichichos: no sólo época estacional de cucarachas, sino también de serpientes/culebras y un largo etc.
Y para que sea efectiva esta lucha contra las plagas campantes sólo lo será si es realizada por profesionales.
Pero hay un pero: que el virus dichoso también sigue campando a su aire. El cual, por desgracia, nos amenaza y también debe ser tratado y erradicado de nuestros espacios abiertos y cerrados, más en estos momentos de desconfinamiento, por verdaderos profesionales y conocedores de la desinfección de virus y más concretamente del coronavirus (COVID-19).
Un coctel explosivo para la población, para la salud poblacional del Ser Humano. Sólo apto para expertos: profesionales.
Momento muy serio y para no jugársela sin la seriedad que precisa esta situación.
Nota:
· Sobre el COVID-19 no hay que recordar, por estar muy presente, que es un virus de alta transmisibilidad y que puede ser grave, pudiendo producir la muerte. Más de 21.000 fallecidos sólo en España, en dos meses. Y una de las mejores armas, la más efectiva, es la prevención: como la desinfección de lugares públicos y privados con los productos adecuados y homologados; y, por supuesto, con los conocimientos requeridos para aplicar dicho tratamiento a esta epidemia.
· Sobre plagas sí habría que recodar que transmiten enfermedades, produciendo un daño que puede afectar, también, a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave.
ACTUALIAD | CONTROL DE COVID-19 Y PLAGAS | SANICRUZ
Y campar a sus anchas, si es que no es sinónimo directamente, es igual a plaga o, en este caso, plagas. O por lo menos facilita mucho que así lo sea, lo veamos o no por nosotros mismos. Nos remitimos a lo ya comentado, televisado, que la mayoría de imágenes fueron captadas por cámaras de seguridad... con nocturnidad y sin alevosía: más bien con toda 'naturalidad', una vez que estos animalitos, tan pocos recomendables para la convivencia, se beneficiaron de la veda a la presencia humana en calles, locales, colegios, oficinas y demás... o dicho de otro modo: la erradicación del trasiego del personal diario.
Y ahora habrá que erradicar al que ha invadido el hábitat de nuestra vida cotidiana hasta no hace mucho. El hábitat de los humanos: que ha sido usurpado por los ya referidos 'intrusos'... que nadie los molestó mientras hemos estado confinados.
No nos queda otra que volver a la normalidad, poco a poco, en cuanto a nuestros quehaceres diarios, pero con total celeridad para eliminar cualquier plaga. Además, estamos en fechas propicias para la aparición de todo tipo de bichichos: no sólo época estacional de cucarachas, sino también de serpientes/culebras y un largo etc.
Y para que sea efectiva esta lucha contra las plagas campantes sólo lo será si es realizada por profesionales.
Pero hay un pero: que el virus dichoso también sigue campando a su aire. El cual, por desgracia, nos amenaza y también debe ser tratado y erradicado de nuestros espacios abiertos y cerrados, más en estos momentos de desconfinamiento, por verdaderos profesionales y conocedores de la desinfección de virus y más concretamente del coronavirus (COVID-19).
Un coctel explosivo para la población, para la salud poblacional del Ser Humano. Sólo apto para expertos: profesionales.
Momento muy serio y para no jugársela sin la seriedad que precisa esta situación.
Nota:
· Sobre el COVID-19 no hay que recordar, por estar muy presente, que es un virus de alta transmisibilidad y que puede ser grave, pudiendo producir la muerte. Más de 21.000 fallecidos sólo en España, en dos meses. Y una de las mejores armas, la más efectiva, es la prevención: como la desinfección de lugares públicos y privados con los productos adecuados y homologados; y, por supuesto, con los conocimientos requeridos para aplicar dicho tratamiento a esta epidemia.
· Sobre plagas sí habría que recodar que transmiten enfermedades, produciendo un daño que puede afectar, también, a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave.
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